Su compañía en la isla consistirá en un montón de criaturas que querrán comérsela, aldeanos asustadizos y un misterioso elfo chamán que por las noches le cuenta la Leyenda de los espíritus inmortales y la arropa.
En su viaje para encontrar a su padre, Odriel, una alocada semielfa que no parece encajar en ninguna parte, tal vez se encuentre a sí misma.
Y algo más…
(No, ninjas no. Esta vez no sale ninguno).
Sí, vuelvo a la carga con las reseñas en el blog para hablaros, como no, de los Clarividentes de Lorian pero esta vez para conocer al personaje más rebonico de los tres protagonistas de esta saga: Odriel Lumumba.
En esta ocasión, Noa deja de lado el gamberrismo de los anteriores libros y nos adentra en una historia más mística y sentimental, donde parte de la trama se centra en lo que es amar, en encontrarse a uno mismo, en la diversidad, en saber cuando perdonar y cuando no, en la justicia y sobretodo en crecer, porque la joven Odriel vivirá muchas cosas durante su viaje por Daojima.
A diferencia de sus predecesoras, Daojima tiene un ritmo mucho más lento, aunque sigue teniendo la soltura de las anteriores. Tiene bastantes descripciones, que te van metiendo cada vez más en la historia y en la cabeza alocada de la joven Odriel. Aunque es bastante más seria que las otras dos novelas de los Clarividentes (o al menos eso me ha parecido a mí) sigue teniendo esos puntos de humor con los que se te escapa más de una carcajada. También es totalmente diferente a las otras historias porque tiene una ambientación rollo japonesa, con la que os aseguro que vais a disfrutar mucho porque esta muy bien conseguida y por el misterio que envuelve a todos los habitantes de Daojima y los extraños bichejos que durante toda la historian intentan comerse a la pobre Odriel.
Hay una cosa que hace muy especial a Daojima y es la Leyenda de los espíritus Immortales y el adorable (y misterioso) Kiyoshi. Como si de Las Mil y una noches se tratase, el misterioso chamán le explica cada noche a Odriel una parte de la leyenda y la enreda entre sus hilos. Durante toda la novela, desde que le cuenta la primera parte, he estado deseosa de saber que ocurre y como acaba. Y madre mía como acaba... Porque sobretodo lo que tiene Daojima es que te toca la patata. Sobretodo con el final.
Daojima me ha encantado. Conocer mejor a Odriel y poder saber esta parte tan importante de su vida me ha fascinado y Noa ha conseguido que todavía conecte más con este personaje tan adorable y rebonico. Ya me gustó en Soga de seda y magia, pero en esta ya me ha acabado de llegar a la patata. Además de que los personajes están, como siempre, muy bien personificados aunque en esta novela en concreto el autor se ha lucido ya que ha mostrado más sus corazones y sus pensamientos. Puede que por eso me he sentido tan a gusto con Odriel y con Kiyoshi y he vivido tan intensamente su historia.
Así que devoradores, si queréis leer una historia con ambientación japonesa, con mucho misterio, tensión y que trate temas delicados pero de forma bonita, Daojima es vuestra novela. Además no hace falta que hayáis leído antes los otros libros de Los Clarividentes de Lorian, aunque yo os recomiendo que os leáis todas, porque son una autentica maravilla tanto por lo geniales que son sus historias como por lo bien que están escritas.
Y si no me creéis con lo de que os repito una y otra vez que es una saga que merece mucho, mucho que leáis, aquí os dejo las reseñas que hice de las dos primeras novelas de los Clarividentes de Lorian.
¡Yo ya tengo ganas de que salga la novela sobre Zenda Verdana, la última integrante de los Clarividentes!
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