¡Hola devoradores!
Vuelvo a retomar los retos de El Libro del Escritor. En este reto, se tenía que escribir un relato sobre tu estación favorita y yo he decidido escribir sobre el otoño, que es de mis estaciónes favoritas (la otra es primavera)
Así que menos parloteo, y os dejo aquí mi relato. ¡Espero que os guste!
Ocre
- Ya ha pasado un año desde que dijo que volvería.
Atara observó a su acompañante de reojo, pues era él el que
había hablado, y volvió a mirar hacia el horizonte, donde el bosque ocre cada
vez se hacía más denso hasta no poder ver lo que escondía tras él.
- Volverá. – consiguió decir Atara sin mostrar ninguna
emoción en su rostro. – Debemos confiar en su palabra.
El hombre, el que había hablado y era uno de sus compañeros
de aventuras, negó con la cabeza tristemente.
- El otoño está a punto de terminarse, Atara. Así lo dice el
helado viento que viene del norte. – dijo con voz monótona, aunque en sus ojos
podía verse la preocupación que sentía por su compañera.
La chica dejó de mirar el paisaje y giró todo su cuerpo para
poder observarle.
- Varek, él lo prometió. Él nunca rompe una promesa. – dijo
con fuerza, con demasiada esperanza.
Varek cerró los ojos y volvió a negar con la cabeza,
apretando los labios con fuerza. Todavía no podía creer que su amiga confiara
tanto en que volvería su amigo, pues este había partido en una misión
complicada que el mismo rey le había pedido. Las probabilidades de que volviera
eran nulas y no sabía cómo hacer que Atara lo entendiera.
- Atara, deja de llenar tu corazón de esperanzas. Después
será más duro cuando…
- ¿Cuándo llegue un mensaje explicando cómo murió? – terminó
ella por Varek. – Nunca pasara eso.
- Al igual que ahora las hojas más fuertes de los arboles
caen, los hombres también pueden hacerlo. – soltó sin dejar de mirarla a los
ojos. – Edan no es inmortal.
Atara sonrió con tristeza y volvió a mirar el bosque
anaranjado y amarillo, por donde un sendero subía hasta el castillo desde donde
observaban la chica y Varek. Estuvieron asi durante unos largos minutos, sin
decirse nada, hasta que vieron a un hombre con armadura, llena de barro, hojas
y manchas de sangre seca, caminando lentamente y tambaleándose.
- No puede ser… – masculló sorprendido Varek. - Es un milagro.
Los ojos de Atara se llenaron de lágrimas y una sonrisa
temblorosa asomo en sus labios al reconocer a Edan.
- A veces, en esta época del año, queda una hoja valiente
esperando a que pronto pasen los meses para volver a recentrarse con sus
compañeras cuando el tiempo mejore. – la
chica seguía mirando hacia el camino, donde ahora Edan los saludaba con el brazo alzado. – Y él, es esa hoja. Te lo he
dicho.
Atara salió corriendo de las almenas para ir en busca de su
amigo ante la estupefacta mirada de Varek.
Que bonito minirelato!!! No se que reto es pero me ha llamado mucho la atención, adoro los relatos cortos, dan tanto a la imaginación!
ResponderEliminar¡Oh muchas gracias! :) El reto es de la web de EL libro del Escritor, te recomiendo que pases por ahi, te gustará mucho!.
Eliminar¡Gracias por comentar!