viernes, 12 de octubre de 2018

Entrevistando mundos | Alia Salazar

¡Hola, devoradores! Vuelvo con más entrevistas ¡pues nunca pueden faltar! Y en esta ocasión os traigo a una autora que me ha encantado leer y conocer, pues su saga de libros de fantasía épica ha conseguido robar un trocito de mi corazón. 

Como no, no podía faltar la entrevista de Alia después de casi dos semanas poniendo las reseñas de sus libros en el blog. Se qué he sido muy pesada, y lo seguiré siendo eternamente, pues estos libros son una pasada y se que si alguien los lee con ganas ¡le encantarán!

Aquí tenéis las reseñas de los cuatro libros, por si queréis curiosear:
ATENCIÓN si queréis empezar está apasionante saga, el primer libro estará gratis durante todo el día ¡No perdáis la ocasión, que merece mucho la pena! 

Tengo que comentar, además, que está es la entrevista más sincera que me han respondido. Que no digo que las otras autoras y autores no lo hayan hecho, pero siempre parece que se cortan... y me ha encantado ver que Alia ha expuesto totalmente su esencia en las preguntas pues así la conoceréis todavía mejor y veréis que es una gran autora y que tiene que llenarnos Amazon y las librerías de sus historias.

¿Os animáis a conocerla? ¡Pues seguid leyendo!



Cómo es  Alia Salazar, la escritora?

Dos personas distintas. Escribiendo, soy un tigre. En la vida real, un ratón.

¿Cómo empezaste a escribir? ¿Qué te impulsó a hacerlo?

Escribo desde que agarré un lápiz. Era «jugar con los peluches», pero sin necesidad de peluches... ni de amigos.

Cómo surgió la historia de El ocaso del sol ¿En qué libros y juegos te inspiraste para crearla?

Hablamos de más de quince años «en el horno». Las primeras influencias no tienen nada que ver con las posteriores y si las cito darían una imagen muy alejada de lo que es el libro y espantarían al lector al que va dirigido, que es... mayor de treinta años, muy curtido en fantasía y un poquito cansado ya de ella. Si digo que la primera influencia fue Caballeros del zodiaco ese lector va a huir de la saga y no querrá tocarla ni con un palo, así que... ¡hagámoslo! ¿A qué estamos esperando?

Vi esa serie de animación japonesa con menos de diez años. Trataba de una guerra en que los dioses ponían a sus caballeros mortales a pegarse —con grandes dosis de sangre— mientras ellos se lavaban las manos porque... porque eran demasiado vagos, o puede que su autor lo fuera y no quisiera resolver la pregunta: ¿cómo van a luchar personajes superpoderosos que podrían destruir el mundo? Es imposible contar una historia con ellos; quedaría más o menos así: «Pelemos». «Sí». BAM. El planeta explota. FIN.

Y así empezó todo: como fanfic, sí. Tendría unas cien páginas escritas de aquel desastre que finalmente borré por vergüenza... cuando comencé a jugar a rol y a escribirlo, en la adolescencia. Nunca había mostrado mis textos a nadie y fue como una droga, porque qué mejor forma de asegurarte una audiencia si esta continúa tus textos. Te van a leer. Aunque sea para seguir la historia. Después me arrepentí: escribir es una tarea solitaria, y aquello era un juego, no un libro... La saga continuó gestándose en un contexto de la Dragonlance, un mundo de Dungeons & Dragons, y se habría quedado en anécdota adolescente si no hubiera aparecido determinado personaje. En el momento en que lo creé me di cuenta de que aquello ya no era un juego. Había madera para un libro, uno de verdad. Pero ¿cómo librarse de todo el ambiente rolero y de toda la morralla? Pues era imposible. Había que empezar de cero. Así que lo abandoné. Escribí otras cosas.

Hace unos años, estaba en una situación personal francamente difícil y necesitaba evadirme más que respirar. Por pura casualidad me encontré con aquellos textos y fui incapaz de leerlos de lo malos que eran. Pero... guardaba un recuerdo muy bueno de esa época, y seguía con la sensación de que se podía hacer un libro a partir de aquello. Así que lo empecé... y lo terminé.

Pero las ideas viajan. Con el paso de los años, cambian. Un ejemplo: el Don. El Don es un tatuaje mágico muy importante en la saga. Podría decir que viene de la idea del nombre separado de los cuentos de hadas: los ogros que se quitan el corazón y lo guardan, o los dragones invencibles salvo en un único punto, o el talón de Aquiles... podría hablar de Mimi-Nashi-Hoichi, el cuento japonés del monje que se tatúa casi  todo el cuerpo para estar protegido de los seres sobrenaturales, pero yo conocí esto del tatuaje mágico en El ciclo de la puerta de la muerte de Margaret Weis y Tracy Hickman, que creo que influyó mucho una saga juvenil que no he leído, Cazadores de sombras. En todo caso, es una idea universal. El Don, en principio, sería como el alineamiento rolero de cada personaje: legal bueno, legal neutral, caótico malvado, caótico neutral. Según el color de tu Don, la gente sabría «de qué lado respirabas». Esto para jugar a rol es divertido, pero en la saga se toma totalmente en serio y se lleva a sus últimas consecuencias, que son, sinceramente, bastante trágicas. ¿Cómo nos sentiríamos si nos juzgaran y nos catalogaran de por vida con solo echarnos un vistazo? ¿Qué clase de personas seríamos si tuviéramos una marca enorme en el pecho que pregonara quiénes somos? Aquí hay una reflexión, y una descorazonadora, porque lo cierto es que sí juzgamos y catalogamos a las personas de un solo vistazo. Aunque en este mundo no tengamos Don.

¿Podremos ver más escritos tuyos? ¿Tienes algún proyecto entre manos?

Formo parte del Colectivo 46, un pequeño grupo de kamikazes amantes de la literatura y las rarezas, así que las cosas extrañas salen por ahí y las más digeribles por mi cuenta. De momento hemos sacado Patas arriba, un libro raro, raro, pero raro, que dudo que pueda interesar a más del dos por ciento de la población. Aparentemente sencillo y ligerito, «juega» a ser literatura infantil y es humorístico, pero es francamente complejo en su fondo. ¿De qué va? Pues casi diría que da igual, pero es una relectura de Alicia en el país de las maravillas... más o menos. Ah, y cuando lo abres tienes la incómoda sensación de hallarte ante un plagio de Harry Potter, sensación que desaparece según vas avanzando y la cabeza te va haciendo pum. Libro raro, ya digo. A mí me encanta, aunque no se lo recomiendo a todo el mundo. De hecho, no se lo recomiendo a casi nadie. Pero tiene una maqueta preciosísima: es un libro muy bonito para regalar a gente que no se lo vaya a leer nunca.

Estoy ahora mismo haciendo el libro de texto que se nombra en Patas: es de mitología, con el que estudian los monstruos en el colegio. Está pensado como manual de 1.º de la ESO, con su temario y sus ejercicios y explicado como si todo fuera real. Vaya, que es un libro de Ciencias... antinaturales.

¿Qué es para ti la fantasía?

Lo que hoy llamamos fantasía se podría dividir en tres: lo maravilloso, lo insólito y lo probable. En lo maravilloso funciona la suspensión de la incredulidad: pasan cosas imposibles y nos da igual. ¿Por qué los hobbits tienen los pies peludos? ¿Importa? Los tienen, y ya. Lo maravilloso da las cosas por sentadas, no las explica, y la fantasía épica pertenece a lo maravilloso, porque bebe directamente de los libros de caballerías y de los cuentos de hadas. Lo insólito es aquello en lo que se introduce un elemento extraño dentro de un contexto común. Toda la fantasía decimonónica funciona así; lo que hoy se llama fantasía urbana viene de esas fuentes. Dentro de lo probable estaría la ciencia ficción, y aquí sí que se dan explicaciones. Si los hobbits tuvieran los pies peludos porque son una anomalía genética y nos lo contaran, estaríamos leyendo cf. En Star wars, por ejemplo, no se plantea la historia a partir de un «¿y si...?». No es ciencia ficción: es fantasía épica, solo que en lugar de ir a caballo van en naves.

¿Qué libros de fantasía (de todos los géneros que hay) recomendarías?

Aquí tendría que pedir el comodín del público, porque lo que se espera es que nombre libros de fantasía contemporánea de autores vivos. Y controlo muy muy poquito de lo que se hace ahora mismo: no leo apenas fantasía actual. ¿El señor de los anillos? Sile: en su momento me encantó. Pero posterior a este poco puedo recomendar, porque a partir de ahí tiré hacia atrás. Leí mucha fantasía épica, me pegué auténticas panzadas, pero muy pronto me asaltó la sensación de fotocopia a partir de otra fotocopia hasta que te quedas con un borrón en la mano, así que me fui a las fuentes de ESDLA, pensando que a cada paso que retrocediera la tinta sería más brillante y no más desvaída y... así fue. Me atraqué de libros de caballerías (que muchos son ilegibles, francamente absurdos y divertidísimos, otros son obras maestras), me fui a las sagas, a los cantares de gesta, al ciclo artúrico, a los cuentos de hadas, a la propia mitología... y ahí me quedé, aunque es un poquito triste ser consciente de que la mayor parte de lo que creemos que inventamos ya estaba en la Epopeya de Gilgamesh.

¿Qué manías tienes como escritora?

Exclusivamente una, pero me condiciona muchísimo. Necesito saber, con total seguridad, que no me van a molestar por ningún motivo durante al menos siete horas seguidas, preferiblemente nueve, o no me pongo a escribir. Desgraciadamente hay que trabajar para comer, así que nos podemos imaginar lo poquito que puedo escribir habitualmente...

Dinos cinco secretos sobre ti como escritora.

Yo no soy nada interesante, así que voy a contar cinco curiosidades de la saga.

1. Tengo los mapas a tal calidad que mi ordenador se colgaba cuando movía una capa. Podría imprimirlos en cartelería de tres metros. Tardé seis meses en hacerlos. Tengo toda la flora, la fauna, el clima, el relieve, hasta las placas tectónicas y las corrientes marinas.

2. Pagué dos veces los derechos de las imágenes de cubierta porque creía que servía una licencia estándar, pero no incluía la publicación de libros en papel. Me alegro por el fotógrafo, que más ha cobrado, pero escribir estos libros y publicarlos me ha costado una cantidad obscena de dinero que jamás voy a recuperar. No creo que pueda volverme a tomar tanto tiempo ni tirar tanto dinero a la basura hasta dentro de mucho, y para hacer las cosas de cualquier forma prefiero no hacerlas.

3. En realidad no es una saga de cuatro libros: es un solo libro en cuatro tomos. Amazon no permitía imprimir un libro tan grueso en papel. Si lees solo el primero a lo mejor te piensas que ya sabes la solución del «misterio»... Ten en cuenta que el narrador te puede estar engañando. Y de hecho lo hace. Durante un tomo entero.

4. Estuvieron meses y meses colgados en Amazon sin darles ninguna publicidad. Solo me animé a mandarlos a algunos blogs porque tenía ciertos apuros económicos y me pincharon amigos. Me daba una vergüenza terrible y lo pasé espantosamente mal, llegó a darme miedo hasta abrir la bandeja del correo electrónico, tenía que tomar aire y prepararme mentalmente antes de pinchar.

5. El símbolo que aparece en las cubiertas (el Don) lo hice en arcilla polimérica. Es una fotografía real de la pieza. Ahora mismo está en poder de una chica de la otra punta de España que se está haciendo el cosplay de un personaje, cosa que me maravilla y todavía no me acabo de creer.
 
¿Cuál crees que es tu punto fuerte como escritora? ¿Y tú punto débil?

Me suelen destacar lo visual que soy. Describo de forma no estática, en movimiento: voy pincelando como si usara acuarelas. También me suelen decir que hago novela de personajes, que no sé si es malo o bueno. Seguramente malo. Pero se me dan bien los personajes extremos, porque son muy  extremos y a pesar de ello creíbles, auténticos: no son muñequitos, villanos terriblemente malvados que dicen MUAHAHAHA, son personas que viven y respiran y puedes amar u odiar. O ambas.

Mi punto débil son los comienzos. No engancho. Tienes que luchar contra mí para empezar a leer, tienes que «entrar» en la sintaxis. De hecho, en esta saga decidí comenzar flojito para intentar «atrapar» y ahora, en frío, lo considero un error. Así lo que hago es perder lectores en cuanto me suelto la coleta; en cambio, en el segundo tomo salen huyendo en el prólogo. Es mejor quitarte a un lector al que no le gusta lo que haces en la primera línea, o se sentirá justamente estafado y se enfadará.

¡Este es tu momento! ¿Quieres decirles algo a tus próximos lectores?

Si hojeas la previsualización y no te gusta, no pierdas el tiempo conmigo: la vida es demasiado corta y solo deberíamos leer lo que nos hace felices; nada más. Si no te convence el estilo, no sigas, porque se va complicando más y más. En cuanto avances en la historia, vas a ver muy poco diálogo, párrafos densos como ladrillos, estilo indirecto abusivo, alternancia de tiempos verbales propios de la épica tradicional, escasos puntos y aparte y texto concentrado en mazacote porque eso es lo que a mí me gusta, lo siento. Yo cuando leo en una crítica que un libro es «ágil» lo que me rebota en los oídos es «plano» y me alejo de él.  Que obviamente me puedo equivocar... pero no me interesan los libros que puedes leer de una tacada sin prestar demasiada atención, solo para averiguar «qué pasa». Para mí un libro «adictivo» es otra cosa: aquel que lees despacito y quieres releer inmediatamente después de terminarlo para poderlo saborear.

No digo que este sea el caso. Trabajo, tienen. Muchísimo. Pero eso no significa que sean buenos o que te vayan a encantar: eso lo juzga el receptor, no el autor. Yo puedo trabajar mucho mucho mucho en levantar una catedral con palitos de los helados, y por más esfuerzo que me haya costado no dejará de ser una chorrada. Eso es lo trágico del arte: que tú decides si lo es, no yo. Y las primeras cien páginas pueden resultar muy poco atractivas para el lector al que le gustarían los siguientes tomos, y al revés.

Así que no puedo decir: «Léeme, te va a gustar». Posiblemente no sea así. Puedo decir que han gustado a un porcentaje muy reducido de personas. Pero también puedo decir que han gustado mucho a ese porcentaje, y cuando digo mucho, es mucho.

No tengo redes sociales, no se me dan bien, lo paso mal con ellas, pero en la página de créditos de los libros viene un correo electrónico compartido del colectivo. Respondo siempre, aunque puedo tardar.

Si queréis leer los libros de Alia, aquí tenéis los enlaces a sus libros:
 Podéis saber más de la saga en:

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