Quiero
zamparme los problemas. Tragármelos sin compasión, sin esperar a que pidan
auxilió. Me alimentare de sus sollozos amargos, de las dulces lágrimas que
recorrerán sus rostros mientras me supliquen y de los divertidos gritos de
terror que harán al verme llegar.
Seré el
monstruo que siempre he querido ser, el alma oscura que absorberá todo a su
alrededor.
El miedo
ya no formara parte de mí. La vergüenza desaparecerá. Ya nadie se atreverá
reírse en mi cara, de hacer que sienta piedras en el estómago y relámpagos
estallando en mi cabeza.
Ahora
seré el cazador y no la presa.
Ellos
así lo han querido, ellos han querido que el monstruo que escondía en mi
corazón salga de su jaula y acabe con todos aquellos que intenten hacerme daño.
No habrá
piedad.
Degustaré
la sangre que resbale por mis dedos.
Sonreiré
ante los ojos perdidos en la locura.
Seré el
monstruo que se esconda debajo de sus camas, la razón de sus pesadillas, el
terror en su vida.
Les
perseguiré día y noche, sin dejarles descanso.
Apareceré
tras sus espaldas y degollaré sus sueños.
Me
beberé sus lágrimas inyectadas de sangre.
Ahora
soy el monstruo que todos temen. Ahora seré yo quien consuma sus patéticas
vidas.
Y nadie
podrá acabar con mi maldad.
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