Puede que no sea una manualidad muy sencilla, ya que puedes perder los nervios más de una vez (la aquí presente si, yo, ha estado apunto de lanzar la mesa por el aire) pero es muy entretenida y el resultado final merece la pena.
¡Teneis que tener unos nervios de acero, devoradores!
Materiales:
- Madera.
- Hilo de colores .
- Clavos.
- Martillo.
- Lápiz.
- Papel.
- Tijeras.
- Primero de todo, tenemos que saber que figura queremos. Cuando lo sepáis, la dibujais en una hoja de papel y la recortaís. (Yo, en este caso, he echo un corazón)
- Cuando tengáis la plantilla echa, la ponemos encima de la madera y dibujamos el contorno.
- Bien, ya podemos empezar a clavar los clavos. Cogemos el martillo y vamos clavando todo siguiendo el recorrido de la figura para que quede exactamente igual. (Pensad que, depende de como sea la madera tendrán que ser clavos pequeñitos o grandes)
- Cuando este todo bien clavadito, será el momento de entrelazarlo todo con el hilo. Esto es lo más complicado y lo que os pondrá más de los nervios. Tenéis que saber donde empezareis, cuando lo sepáis, hacéis un nudo en el clavo y vais entrelazando el hilo de un lado a otro.
- Cuando veáis que esta listo, hacéis un nudo en el ultimo clavo ¡Y listo!
¡Espero que os haya gustado este JC! Ya sabéis podéis dejadme cualquier comentario: Si os gusta la idea, si ya la habéis echo... ¡Todo lo que queráis!
¡Hasta pronto devoradores!
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